domingo, 19 de septiembre de 2010

Y Labordeta cogió su mochila...

Y hoy se fue. Metió su alma en la mochila, que permanecía a la espera de ser cerrada hace varios meses. Inició su viaje hacia el país de lo etéreo. Seguro que allí también habrá espíritus anclados en ideas obsoletas, contra las que él tanto luchó en el nuestro. Tal vez existan otros entes que pretendan realizar trasvases de ríos de estrellas, y se encuentren con su oposición, tal y como la demostró en el arlamento de Aragón tantas y tantas veces a propósito del río Ebro. Posiblemente, le contraten como profesor de almas, oficio que desempeñó con humanos, y tendrá alumnos tan puntillosos como Jiménez Losantos... Y, si le eligen para representar los derechos de los espíritus comprometidos con la libertad y la sensibilidad hacia los demás, aceptará. Ocupará su escaño en el parlamento del Juicio Final y ... mandará a la mierda a los que pretendan castigar sin motivo a los diferentes o a los que luchan por un mundo mejor. Luego, se preguntará si esa frase fue grabada en su epitafio como él mismo dijo durante su odisea como político en su Parlamento. El viajero comenzó una nueva ruta, el político un complicado reto, el profesor prepara una interesante clase universal, el cantante se decide a grabar un disco con toques angelicales, y el poeta... escribirá oraciones que hablen de libertad. Gracias, Labordeta.

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