viernes, 25 de diciembre de 2009

¿Qué es Navidad?

¿Qué es Navidad?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila de cualquier color. Y yo te contesto: Navidad eres tú. Tú forjas tu propia Navidad, tus vacaciones, tus relaciones... Pero, también en ocasiones eres víctima de ella. Yo creo que estoy al final de la etapa de ser un poco pieza de puzzle de esas fechas concretas, para ser el propio rompecabezas. Todavía no decido del todo quíén ha de formar parte de él, pero estoy a un paso de conseguirlo. Una piececita nada más. En fin, felices autonomías personales, o cuanto menos, espirituales. Para todas las ocasiones: Navideñas y demás. No hay Fiestas especiales, hay personas que tratan de ser felices todos los días y moldear su propia vida.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Me tranquiliza o me exaspera



ME TRANQUILIZA

- Observar el mar desde la playa.
- Comprobar que existen personas que protegen e intentan hacer felices a los más débiles.
- Leer un libro y tocar sus hojas.
- Tomar un café corto y caliente en buena compañía.
- Escuchar la música de mi mp3(John Lennon, Aute, Joaquín Sabina,La vida es bella,La vida es un milagro,etc)
- Que me miren a los ojos cuando me hablan.
- Escribir con un bolígrafo del que fluya suavemente la tinta.
- Saber que todo está preparado para el estreno de una de nuestras obras teatrales.
- Sentir que los que me rodean no se vean obligados a soportarme, sino que les agrade mi
compañía.
- Ser yo misma.




ME EXASPERA

- Que me salpiquen cuando paseo por la orilla.
- El egoísmo y la insolidaridad que manifiestan e inculcan a sus hijos ciertas personas
- Que la técnica y el progreso disminuyan el placer de leer sobre papel.
- El café cargado, frío y sin espuma.
- Los coches tuneados cuyos conductores me obligan a escuchar el reggaeton a todo volumen.
- Que me manden sin más.
- Un bolígrafo que no escriba bien.
- Tener compañeros o compañeras de reparto que no se tomen en serio su papel.
- La hipocresía llevada al tercer grado.
- Yo misma.

lunes, 21 de diciembre de 2009

morir viviendo

Hoy escribo para mujeres. Pero si eres hombre, léeme igual. Solo que estoy un poco depre por cosas de la vida y creo que las chicas lo entienden mejor. Me refiero a lo de sentirte vacía tras haber estado más de media vida preocupada por otras personas. Sintiéndote culpable cada vez que te has colocado delante de otros. Creyendo que si estás físicamente mal y te quejas, robarás un poco de bienestar a aquellos seres que no tenían que pensar en esas cosas hasta entonces. Y así, pasito a pasito, estoy en el meridiano de mi vida. Si miro atrás no me gusta, pero mirar al horizonte me hace temblar.Por eso casi siempre decido moverme en el espacio que puedo otear sin lupas o lentes de aumento. Por eso intento sonreír ante la pantalla oscura, carcajearme ante la pantalla de colores y ver mis mejores ilusiones reflejadas en la pantalla blanca. De ahí el título de este día. Porque yo no quiero vivir muriendo. Creo que soy una de las muchas luces que componen el Universo de la Humanidad. No sé si seré fugaz o muy fugaz. No obstante, espero que mi luz se mantenga escintilando hasta el final. Cuando me toque, quiero morir viviendo.

jueves, 17 de diciembre de 2009

aquellas navidades

Aquellas Navidades pasadas. No eran mejores, pero son parte de mis recuerdos. El mismo regalo de Reyes dos años seguidos: un juego de café, que posaba desafiante en el escaparate de la única tienda del pueblo. Aún así, era un consuelo. No tenía nada que ver con aquellos esquís de ruedas que tanto deseaba, o la bicicleta que me apasionaba. Ni parecido con el piano de juguete que reposaba en un rincón de la casa de los abuelos de mi mejor amiga para adornar el rincón. Pero era un juguete. Ese juguete que me hizo sospechar con tan solo siete años que los Reyes no eran más que un cúmulo de casualidades y errores de los mayores. Y un trabajo laborioso y fascinante en otros casos(que no en el mío). Aquellas Navidades del mazapán de la serpiente en la maravillosa y lujosa caja que lo contenía. Y del cual, yo solo me comía aquellos ojos plateados para luego ver la imagen menos amable de la culebra. No tentaba a nadie y era fruto de ofrecimientos a vecinos o amigos de mi familia en un intento por deshacerse de ella sin tener pena por tirar un manjar tan exquisito para otros paladares.Era también el mismo presente de todos los años de una madrina que yo tenía y no conocí en ocho años por residir ella en un país extranjero. Después de la cena de Nochebuena, en la mesa no podía faltar el plato de comida que al día siguiente aparecería intacto y que iba dirigido a las ánimas del purgatorio. Debían de estar tan ocupadas en sus juicios que no se pasaban ninguna de las Nochebuenas que yo recuerdo para comer o beber lo que para ellas dejaban las almas vivas embargadas de la magia de nuestra tierra. Ya he crecido mucho desde esas Navidades, pero sigo conservando en un rincón de mi vida aquellas vivencias. Porque, en el fondo me han concedido la herencia de la magia, de la esperanza, de desear que otras mejoren las presentes. Permitid que la entrada del pasado en vuestro presente para rescatar de él lo que merece la pena. Solo lo que merece la pena.

martes, 1 de diciembre de 2009

privaciones

Mientras desayunaba a las siete de la mañana, leía en los subtítulos del telediario la noticia del día :"tres cooperantes catalanes secuestrados en Mauritania". Esto me hizo sentir mal, porque yo siempre pienso que cooperar voluntariamente con una O.N.G., allí donde quiera que sea y en países donde falta la comida pero abunda la violencia, escasea la sanidad pero abundan las pandemias, y, en los que sobran los problemas aunque todavía hay sonrisas, es muy loable. Privar a las personas de su libertad es tremendo siempre. Lo es más cuando ellos tratan de arredrar a otros de sus propias privaciones de comida, medicamentos o vida digna. No obstante, la vida es un conjunto de restricciones. Te prohíben comer ciertas cosas porque perjudican a tu salud. Entonces tu salud te está privando de poder realizar tareas o acciones con sus consecuencias. Las privaciones nacen en el mismo momento que nosotros vemos la primera luz. Porque ya entonces no nos dejan saborear durante más tiempo el confortable asilo del vientre materno. Y somos los habitantes de los países ricos, los que nos quejamos de algo casi cada segundo, los que privamos de saborear nuestras propias restricciones a los habitantes menos desfavorecidos del mundo, a los menos afortunados de nuestro propio entorno. Yo tengo problemas, yo tengo deseos no satisfechos, pero hice de una frase de Tagore mi himno:"Si lloras por no poder ver el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas". Espero que todos los secuestrados del mundo, puedan, muy pronto, observar las estrellas... y el sol.