jueves, 16 de septiembre de 2010

A partir de hoy...

A partir de hoy, tengo un nuevo contacto en mi correo. Claro que lo de contacto suena un poco frío. Porque Sonia es más que alguien al que añades a tu lista de direcciones. Ella es una buena amiga.
La verdad, es que cuando tuve mi primer intercambio de palabras con ella en la oficina del A.P.A., no pensé que podría llegar a construír una relación tan positiva con su persona.
No obstante, para los que no conocéis a Sonia, yo voy a tratar de pintarla con tres o cuatro frases. Primero, una breve descripción física: Como diría mi abuela, es del tipo de mujer "pequeniña e xeitosiña"; luce una melena pelirroja que sabe cuidar con esmero y peinar cual una peluquera profesional; se viste con buen gusto y seguro que sin pasarse con la cartera, y se maquilla de manera muy favorecedora. La acompaña un tono de voz suave y meloso,y, por lo menos a mi parecer, su sonrisa es muy peculiar.
Pero lo que yo quiero resaltar realmente de esta mujer, es su empuje y su implicación con los demás. Por lo menos en lo que a mi se refiere. Y pienso que otros casos también. Recuerdo que fue la primera persona en enterarse de mi situación matrimonial, ya que por entonces, nadie sospechaba de una separación que existía hacía mucho tiempo. Pero ella, siempre tan observadora, me preguntó directamente. Creo que en ese momento empecé a conocer a una Sonia más tierna y encantadora de lo que yo jamás hubiese imaginado.
Por tanto, voy a aprovechar este espacio en la red, para decirle que si ella está, me encontrará, y, si no nos divisamos, no importa, porque seguiremos ahí. Seguro.
No quiero despedir esta entrada, sin hacer mención a su marido, a Jose, que es la otra pieza que equilibra el támdem. Os quiero, chicos.

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