Situada en mitad del túnel, me aíslo del tráfico, del ruido, del mundo en general. Observo entonces actitudes, propias y ajenas. Analizo acontecimientos pasados y presentes y determino cuáles van a seguir formando parte de mi equipaje hacia la salida y cuáles no. Así pues :
Desecho:
- A la gente que se aferra al pasado, rechazando cualquier cambio de actitud, aun sabiéndose en la necesidad de efectuar alguno.
_ A los seres que se mueven por avaricia, ambición desmesurada, egoísmo...
_ A todos aquellos que, en vez de labrarse su propia vida, prefieren derribar los pequeños o grandes logros de otros haciendo uso de la “deportiva facultad” de la envidia.
_ A los que carecen de amabilidad, y se erigen en los reyes de los problemas, desechando la sonrisa de sus vidas.
_ A los que critican a otros sin saber el “por qué” y el “cómo”, y aun descubriéndolo, prefieren mantenerse en esa insana postura.
_Por alguna de esas actitudes, desecho una pequeña parte de mi equipaje.
Recupero:
_ La risa, la actitud positiva.
_ El poder de superación.
_ Las ganas de ilusionarse, perseguir sueños y encontrar realidades.
_ La seguridad en uno mismo.
_ Elegir el camino, sabiendo que los pasos que damos, van dirigidos a nuestro bienestar, y por ende, al de los demás.
_ Hacer un himno de la frase “querer es poder”. Convencernos del valor de nuestro “yo”, para erigirnos en los mejores políticos, los mejores líderes religiosos, en los mejores doctores , en las mejores personas para reparar los abismos de nuestra sociedad.
_ Ponerse en el lugar del otro, sentir su problema nuestro, y colaborar en su solución.
En definitiva, ya he arrancado otra vez. Soy la dueña de mi espíritu, la jefa de mi vida, la que escribe mi destino. Y ya veo la salida.... Hay luz.
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Muy bonito el blog señora, siga así.
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